Acabar dormida en tus brazos,
no dormir,
ni hablar de soñar.
La ambigüedad es la cárcel de la verdad:
allí donde ''viven'' los cobardes,
allí donde fuman y juegan su suerte a las cartas
solo porque saben que quien no tiene alma,
tampoco tiene suerte.
Si profanas al amor es lo que tiene...
Se me ocurrió un día mirarte por dentro
y entendí que hay lágrimas que son el verdugo
de todo el amor que llevamos dentro.
Ahora entiendo la ley seca,
y a los payasos y sonrisas a media noche.
Pero se me ocurrió una noche guiñar a la luna,
a veces la belleza del cielo no es más que el reflejo
de los que tocamos fondo.
Y nos arrastramos como podemos,
pero siempre tocamos.
Y aunque con el corazón en las manos
al menos,
siempre con corazón.
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