lunes, 13 de marzo de 2017

Cuatro estaciones

Eres el invierno más cálido que conozco
y no quisiera que se me adelantara la primavera para decirte
que gracias a ti, sé que se pueden deshojar margaritas sin necesidad de azar.

Llegaste a mi vida
como le llega la piruleta al niño sin columpio, triste.
Tienes en los ojos la tranquilidad de mil barcos de espuma.

Tengo el corazón lleno de nieve
pero te juro que si te vuelvo a ver llover
me invento la mejor playa y te regalo el calor de la arena
de estos ojos que no saben ya cómo pedirte perdón.

Me recuerdas a la vida,
me sabes a alivio.
Eres el mejor amuleto para la suerte de haberte conocido.
Ahora sé que se puede ser ángel sin alas, ni blanco.

Te quiero como solo sé querer,
con el corazón (lleno de nieve),
dispuesto a escribirte aunque me falten manos para agradecerte
que siempre derritas el frío del invierno más cálido que conozco.